sábado, 24 de marzo de 2007

Ocho

He desarrollado un nuevo método para hablar:

Lo llamo “método vulgarizador de palabras”. Consiste en aumentar el número de groserías al hablar, y así, parecer más “masculino”.

Ejemplo:

Esta mañana, en la escuela:

Compañero despistado: Oye Cabeza de Sandía: ¿sabes que dejó el maestro de algebra?

( I_I ): Unas pinches ecuaciones todas culeras. El hijo de su reputa perra aguada y prostituida madre se pasó de verga con la tarea.

Inténtenlo hijos de la rechingada. Notarán un exceso de virilidad en la sangre.

La reacción de las féminas es inmediata:

Chica enamorada: “¿Viste al Cabeza de Sandía? Aparte de rarito, hocicón”.

¡Ya hablan de mí! Todo un avance.

3 comentarios:

Espaciolandesa dijo...

Mmhh... pues conmigo no funcionaría.

Yo detesto que los hombres digan groserías.

Szerg dijo...

Chingada madre, como putas no se me ocurrio esa mamada antes?!

Coño!

Anónimo dijo...

Bueno quiero llorar contigo pero cuál es tu dirección de msn??? os he agregado con la dirección tengocabezadesandia@hotmail.com pero cómo saber qué es realmente esa...?? espero que contestes, jejeje, eres una persona muy interesante