Hoy no se armó la peda en el bar “Hasta las manitas”. El Mario se fue con Gabriela al cine (supongo que ya son novios). El Gordo fue con su papá a ver un partido de las Chivas. Alejandro dijo que no le alcanzaba el dinero y que se iba a quedar a jugar Play Station con su hermano (me invitó, pero a mí esas cosas me dan mucha hueva… me refiero a las relaciones homosexuales entre hermanos, jaja). Y beber solo con Israel resulta poco deseable. Ni modo, lo estaba evitando mucho, pero no me queda de otra: me quedaré en el cumpleaños de mi tía Hortensia.
Como siempre, mi mamá ofreció nuestra casa para celebrar la fiestecita. La pobre siente que la familia se está distanciando y quiere evitarlo a toda costa. Por mí que se alejen para siempre, no me siento para nada unido a estas personas, sobre todo a los hombres. Tanto mis tíos como mis primos me parecen irritantes, escandalosos, hipócritas, odiosos, convenencieros y pendejos. No entiendo de qué se ríen, no entiendo de qué hablan, me irrita su homofobia, su admiración por Jorge Ortiz de Pinedo… es más, me irrita que beban Brandy. Qué asco, emborracharse con cubas siempre me ha parecido emborracharse a lo pendejo… bueno, ahora que me acuerdo, en una navidad mis amigos y yo nos empedamos con unas coronitas al tiempo y aunque nos moríamos del asco seguimos chupando hasta ponernos mal. Eso si es emborracharse a lo pendejo. En fin.
Mi prima Fanny está en una esquina de la casa, cerca de la cocina en donde se arremolinan como diez mujeres un tanto angustiadas porque no va a estar a tiempo la comida de sus orangutanes. La prima está fumando y volteando los ojos como fastidiada. Fanny ¿Qué clase de nombre es ese? No importa, siempre me he llevado bien con ella. Ella es la hija de la tía Hortensia y es algo así como la oveja negra. Tiene piercings en la boca, la nariz y el ombligo. Se junta con “unos monos que parecen mariguanos”. Nunca va a las fiestas familiares (aunque ahora la obligaron, “es el cumpleaños de tu madre”). Además trabaja (algo muy mal visto en mi familia, ¿Una mujer trabajando? Ni que fuera el siglo XXI). A mí siempre me ha caído bien (con todo y que algunas de sus actitudes me parecen un cliché. En cualquier otra situación encontraría su rebeldía algo forzada, pero teniendo esta familia, hasta podría considerarla como síntoma de salud mental. Me acerco a saludarla.
-Qué onda Fanny. Qué milagro.
-Lo mismo digo, primo. Creo que no te veo desde ese día que te encontré en el bar.
-Ya ni me digas, qué pena. Estaba pedísimo. Mis amigos me sacaron en brazos, todo vomitado.
-Jajaja.
Fanny tiene una risa medio escandalosa que irrita a la familia. El tío Rigoberto voltea a vernos como apestados. Leo sus labios y claramente distingo que dice “pinches escuincles puercos”. Mejor es ignorarlo.
-Ay primo. ¿Y ahora por qué no estás con tus amigos?
-Es que no se armó la peda. Nomás estaba disponible el Israel y no me dieron ganas de escuchar sus grandes aventuras.
-Israel es el alto barbón, ¿no? Está guapo el méndigo, hubieras ido y me hubieras invitado, jaja.
-Nel, que… chale, qué gustitos prima. ¿Y tú por qué no saliste?
-Mi mamá me hizo un drama, ya sabes. Puro chantaje emocional en mi casa. Un día me voy a escapar. Ya estoy trabajando para comprarme un depa. Cuando me vaya, te invito a una pachequiza loca.
Volteo y veo que tenemos al tío Rigoberto a nuestro lado. Su boca expide un aroma mezcla de Bacardí y culo. Está muy borracho. Apenas volteo a verlo con cara de “qué pedo” y el tío me da un empujón que me manda al suelo. Se arma un escándalo que me resulta irritante. El tío grita como maniático: “Estos escuincles andan de puercos, los estoy viendo, pinches asquerosos, si son familia, por qué nadie dice nada”. Es obvio que no estaba ocurriendo nada entre Fanny y yo, pero la familia parece creer ciegamente en las palabras del tío borracho y agresivo. Se me sube el coraje y desde el piso, le pongo una patada en la rodilla. El tío Rigoberto queda desparramado en el pisoy segundos después se convierte en una fuente de vómito.
Me pongo de pié y veo a mi mamá con los ojos rojos. Del coraje no alcanza a decir ninguna palabra, solo señala temblorosa hacia la puerta. Fanny me dice “vámonos de aquí” y me guía hasta la salida. La tía Hortensia le grita:
-¡Hija! ¡Ya estoy harta de tus pendejadas! Si te vas con ese escuincle, ya no regreses a la casa ¿Oíste?
-¡Mejor para mí! ¡A la chingada contigo y con tu familia loca!
Esa noche nos quedamos en la casa de uno de los amigos de Fanny. Me parece que la escuché llorar. A la mañana siguiente regresé a mi casa y mi mamá se comportó como si nada hubiera ocurrido. La casa está hecha un desmadre, creo que todavía hay vómito en el piso. Ya no supe qué pasó con la prima Fanny, supongo que no regresó a su casa. Me siento mal por muchas cosas, pero la razón principal es porque no bebí ni una sola gota de alcohol. A veces me caigo mal.
Como siempre, mi mamá ofreció nuestra casa para celebrar la fiestecita. La pobre siente que la familia se está distanciando y quiere evitarlo a toda costa. Por mí que se alejen para siempre, no me siento para nada unido a estas personas, sobre todo a los hombres. Tanto mis tíos como mis primos me parecen irritantes, escandalosos, hipócritas, odiosos, convenencieros y pendejos. No entiendo de qué se ríen, no entiendo de qué hablan, me irrita su homofobia, su admiración por Jorge Ortiz de Pinedo… es más, me irrita que beban Brandy. Qué asco, emborracharse con cubas siempre me ha parecido emborracharse a lo pendejo… bueno, ahora que me acuerdo, en una navidad mis amigos y yo nos empedamos con unas coronitas al tiempo y aunque nos moríamos del asco seguimos chupando hasta ponernos mal. Eso si es emborracharse a lo pendejo. En fin.
Mi prima Fanny está en una esquina de la casa, cerca de la cocina en donde se arremolinan como diez mujeres un tanto angustiadas porque no va a estar a tiempo la comida de sus orangutanes. La prima está fumando y volteando los ojos como fastidiada. Fanny ¿Qué clase de nombre es ese? No importa, siempre me he llevado bien con ella. Ella es la hija de la tía Hortensia y es algo así como la oveja negra. Tiene piercings en la boca, la nariz y el ombligo. Se junta con “unos monos que parecen mariguanos”. Nunca va a las fiestas familiares (aunque ahora la obligaron, “es el cumpleaños de tu madre”). Además trabaja (algo muy mal visto en mi familia, ¿Una mujer trabajando? Ni que fuera el siglo XXI). A mí siempre me ha caído bien (con todo y que algunas de sus actitudes me parecen un cliché. En cualquier otra situación encontraría su rebeldía algo forzada, pero teniendo esta familia, hasta podría considerarla como síntoma de salud mental. Me acerco a saludarla.
-Qué onda Fanny. Qué milagro.
-Lo mismo digo, primo. Creo que no te veo desde ese día que te encontré en el bar.
-Ya ni me digas, qué pena. Estaba pedísimo. Mis amigos me sacaron en brazos, todo vomitado.
-Jajaja.
Fanny tiene una risa medio escandalosa que irrita a la familia. El tío Rigoberto voltea a vernos como apestados. Leo sus labios y claramente distingo que dice “pinches escuincles puercos”. Mejor es ignorarlo.
-Ay primo. ¿Y ahora por qué no estás con tus amigos?
-Es que no se armó la peda. Nomás estaba disponible el Israel y no me dieron ganas de escuchar sus grandes aventuras.
-Israel es el alto barbón, ¿no? Está guapo el méndigo, hubieras ido y me hubieras invitado, jaja.
-Nel, que… chale, qué gustitos prima. ¿Y tú por qué no saliste?
-Mi mamá me hizo un drama, ya sabes. Puro chantaje emocional en mi casa. Un día me voy a escapar. Ya estoy trabajando para comprarme un depa. Cuando me vaya, te invito a una pachequiza loca.
Volteo y veo que tenemos al tío Rigoberto a nuestro lado. Su boca expide un aroma mezcla de Bacardí y culo. Está muy borracho. Apenas volteo a verlo con cara de “qué pedo” y el tío me da un empujón que me manda al suelo. Se arma un escándalo que me resulta irritante. El tío grita como maniático: “Estos escuincles andan de puercos, los estoy viendo, pinches asquerosos, si son familia, por qué nadie dice nada”. Es obvio que no estaba ocurriendo nada entre Fanny y yo, pero la familia parece creer ciegamente en las palabras del tío borracho y agresivo. Se me sube el coraje y desde el piso, le pongo una patada en la rodilla. El tío Rigoberto queda desparramado en el pisoy segundos después se convierte en una fuente de vómito.
Me pongo de pié y veo a mi mamá con los ojos rojos. Del coraje no alcanza a decir ninguna palabra, solo señala temblorosa hacia la puerta. Fanny me dice “vámonos de aquí” y me guía hasta la salida. La tía Hortensia le grita:
-¡Hija! ¡Ya estoy harta de tus pendejadas! Si te vas con ese escuincle, ya no regreses a la casa ¿Oíste?
-¡Mejor para mí! ¡A la chingada contigo y con tu familia loca!
Esa noche nos quedamos en la casa de uno de los amigos de Fanny. Me parece que la escuché llorar. A la mañana siguiente regresé a mi casa y mi mamá se comportó como si nada hubiera ocurrido. La casa está hecha un desmadre, creo que todavía hay vómito en el piso. Ya no supe qué pasó con la prima Fanny, supongo que no regresó a su casa. Me siento mal por muchas cosas, pero la razón principal es porque no bebí ni una sola gota de alcohol. A veces me caigo mal.
24 comentarios:
Fanny? está loca la Hortencia?
Por esa razón yo tengo alcohol en mi recamara, si no me gusta lo que sirven en la fiesta subo con un vaso y un minuto después el asunto está resuelto.
Sí, no tienes excusa para semejante irresponsabilidad con la familia: departir y pelear sobrio.
Buen post.
Hay Sr. Chompepa, que familia tiene usted, bueno la mayoría, habrá quien tenga de esas familias que salen en la tele todas unidas como bola de mueganos..?
Saludos desde acá
Mangos, hubieras dicho un chiste de duendes italianos, siempre tranquilizan las cosas.
te hubieras madreado a tu tio
Uta, nomás me voy un ratito de este blog y te mueres, revives y te coges a tu prima.
todo es culpa de israel, a hueso
ah!!!!
qué familia, así ya no me quiero casar contigo ¬¬
Orale...
O______O
emm ñaaam para todos ustedes! (>^-^<)
expto tu sandion ¬¬
o.O qué bueno que lo pateaste, yo también tengo ganas de hacerle esos a mis tíos, y a algunos primos, me cagan, jaja siento lo mismo que tú con ellos. Y sí tampoco se separan de su don pedro, guácala, bueno, saludos!
tu mezcla entre una realidad decadente y unos dibujitos mal hacehos con aventuras homosexuales me encantan!
la neta que ojala tu prima Fanny ni regrese a su casa. No se pk me identifico con ella si ni la conozco, pero es ke yo tambien fui la oveja negra de mi familia, eso si, yo no esperé mucho , a los 17 ya vivia "independizada"...
Uchala.. ya sake mis dramas aki contigo...
mal regreso
no deberias sentirte mal. no fue tu culpa nada de lo k paso
y lo peor de todo eskno podemos elegir a la familia
a veces son una bola de pendejos ogt's pero k eso no te afecte
no pienses en ellos
mejor concentrate en ti
y si el alcohol sirve
toma! ahhaha bueno
Xao
que bueno que le pegaste a ese baboso
mejor hasta le hubieras puesto una putiza
quédate con tu prima fanny, se ve que es la ley
Que mal que se perdió la Fanny, yo que quería que la presentaras.
Buena historia, lástima lo del pisto, pero pues ya sabes la regla: más de tres es chaqu...
Ah no, siempre guarda una botella en tu cuarto (ahora que si no estás en tu casa, para eso se inventarón las licoreras)
Mal plan..... la familia no se escoge....
Oye..... te descubri la semana pasada y...... soy tu fan!!!!!!!
Te sientes mejor ??? jeje
Jajaja... mira qué cosas.
Me acabo de enterar de que mis tías decían que uno de mis primos y yo éramos novios ¿tú crees?
Pero nunca hubo vómito de por medio.
Me inspiraste a crear mi blog y a decirle a mi prima lo que siento.
Dame tu opinión, (T_T) y si tienes algún consejo, es bienvenido.
http://matemosadios.blogspot.com/
Saludos
bUENO, QUE? POSTEABAS MÁS SEGUIDO CUANDO ESTABAS MUERTO PAPAYÓN ¬ ¬
estaba buena la prima o no? y por qué el tío dijo eso? si la veías con deseo?
hales, este post estuvo bien denso... qué culero es cuando te ponen a pensar y a tratar de analizar la situación social y todas esa madres... culero digo, para alguien que es huevón, como yo.
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