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Parece que fue ayer cuando éste blog comenzó. Pero no mamen, no fue ayer. El 2007 es demasiado lejano como para considerarlo “ayer”. Controlen sus drogas.

En estos tres años ha habido de todo: Tristezas, fracasos, acosos, masturbación, muerte, abducción alienígena, sexo interracial, mujerzuelas, Carmen Salinas en tanga, mariachis locos que quieren bailar, mesas que más aplauden, cojines con forma de genitales, vergas de ocho patas, dinosaurios hermafroditas, expectativas rotas, falta de sentido del humor, lectores policía, identidades múltiples, esquizofrenia, odio irracional a la feria del caballo en Texcoco, rezago educativo, prepucios, miembros del KKK, miembros del partido del trabajo, miembros en general, víboras de cascabel, sirakos, parodias sin gracia, ataques terroristas en malasia y mucho más. De hecho, mucho menos.

La verdad es que esto no hubiera llegado tan lejos de no ser por los lectores que estuvieron desde el principio, se rieron mucho, se aburrieron y se fueron, dejando lugar a otros lectores que se rieron mucho, se aburrieron y se fueron, y que a su vez fueron substituidos por otros lectores que se rieron mucho, se aburrieron, pene (palabra aleatoria para ver si estaban leyendo), y así hasta el infinito. En verdad me hicieron sentir en una montaña rusa emocional y voluble que no cambiaría por nada.

Quisiera decirles que aquí estaré por muchos años más, pero eso sería mentira. Al llegar al post número 100, esto dejará de ser lo que era. ¿Se acabará el blog? No. Más bien, habrá cambios importantes. Y tal vez mucha cerveza. Si están ahí cuando ocurra, ya lo entenderán. Y si no están, los insultaré. Méndigos.

En fin, va una felicitación para ustedes. Sin sus risas, llantos, quejas, berrinches, mordidas, tacos de suadero, berenjenas parlantes, Monicas Lewinskis y Elba Esteres Gordillo, esto no sería divertido.